Relámpago del Catatumbo, eterno resplandor

Un destino de viaje que no puedes perder es El Relámpago del Catatumbo, un espectáculo luminoso que ocurre en la zona suroeste de Lago de Maracaibo

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El relámpago del Catatumbo es muy común entre Abril y Noviembre.

La cuenca del lago de Maracaibo, atesora uno de los fenómenos más impresionantes de la naturaleza, el Relámpago del Catatumbo. El espectáculo de luces, es una común tormenta eléctrica con la insólita particularidad de suceder siempre en el mismo lugar, al menos 260 noches por año y durante unas 10 horas por noche.

Entre las 7p.m. y las 5 a.m., el cielo nocturno al sur del lago, la cuenca inferior del río Catatumbo se ilumina con descargas eléctricas de 2 y 10 kilómetros de altura. El relámpago del Catatumbo ocurre con mayor frecuencia desde abril hasta noviembre, entre enero y febrero no ocurre tan seguido.

Eterno resplandor en las alturas

La etnia warí creía que los destellos en el Catatumbo eran “luciérnagas concentradas para rendir tributo a los padres de la creación” y los Wayú lo describen como “un eterno resplandor en las alturas”. No es para menos, el juego de luces blancas, naranjas y rojas cada noche es una de las maravillas más impresionantes de Venezuela.

El faro de Maracaibo o Relámpago del Catatumbo, desde los tiempos de la Colonia ha servido de guía para los marineros. Humboldt  describió  el fenómeno como  explosiones eléctricas, fulgores fosforescentes y Codazzi como un relámpago continuo que sale del río Zulia y sus alrededores.

El fenómeno que sucede en el Estado Zulia de Venezuela, puede llegar a divisarse incluso desde Áruba hasta Cúcuta, Colombia.  Esta zona, es el lugar del planeta con más relámpagos por kilómetro, 2000 destellos por noche, es por eso que está incluido en el libro de Récord Guinness de 2015.

El relámpago como generador de Ozono

Siempre que sucede una tormenta eléctrica en el Catatumbo, se libera ozono y representa el 10% del ozono generado en el planeta, aunque suena esperanzador no es muy probable que las descargas eléctricas en el Catatumbo regeneren la capa de Ozono.

A pesar del inminente resplandor por los relámpagos, la lejanía entre las descargas eléctricas, no permite oír el estruendo de los truenos, por lo que se convierte en un espectáculo silencioso, atractivo para turistas de todas partes de Venezuela y el mundo.